Marrakech la roja, entre el blanco de los montes del Atlas y los cantos de las mezquitas, medina y murallas de interminables zocos donde el tiempo se detiene, de artesanos, músicos, contadores de historias, comerciantes, encantadores de serpientes... pura poesía los cantos, la música, el bullicio de la calle, los colores...
Y seguramente en este mágico paisaje escuchaste historias que se convertirán en poesía.
ResponderEliminarHermoso viaje que se antoja realizar algún día.
Te mando un cariñoso abrazo.
Querida María Eugenia, pura poesía los cantos, la música, el bullicio de la calle, los colores...
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