22 junio, 2010

A los adolescentes, fútbol y poco más


Título de un interesantísimo artículo de Aghata desde su blog La caja de Pandora desde el que realiza unas reflexiones muy inteligentes y lúcidas sobre la poesía en la educación secundaria:


“A los adolescentes, fútbol y poco más”, con esta respuesta me despachó una joven editora española cuando le propuse la publicación de una selección poética que podía formar parte del currículum de Secundaria o Bachillerato, según los objetivos y los textos seleccionados. Tras esa respuesta pensé que si todos los editores pensaban lo mismo de los adolescentes entonces dónde colocaríamos las toneladas de libros de esa supuesta “literatura juvenil”, a la que dedican una parte nada despreciable de su presupuesto. ¿Qué haríamos entonces con las asociaciones en pro de la lectura, las páginas webs de profesores que se desloman buscando títulos o propuestas que enganchen a sus alumnos e incluso dónde situaría yo misma las lecturas o poemas de mi hija María?
Es curioso que en el caso de la poesía existan tantos prejuicios, que muchos profesores destierren de sus programas la lectura de poemas, cuando la poesía es afín a la naturaleza humana (poesía por los cuatro costados, poesía reflexiva, poesía guerrera, poesía como juego de malabares, poesía alimenticia) y además a los adolescentes les encanta y a pruebas me remito: son capaces de crear letras de rap en un tiempo récord emulando a sus cantantes favoritos (Nach Scratch, la Mala Rodríguez, Porta, Eminen); cantan a viva voz las letras de Fito Fitipaldi, Bunbury, Manolo García o Alejandro Sanz y nadie me negará el ritmo poético que alienta en muchas de esas canciones, y por si no fuera suficiente se sienten atraídos por poetas tan actuales como Belén Reyes, David González, Anna Blanco, Andrés Neumán y un largo etcétera.

Todos estos ejemplos extraídos de carambola, demuestran que la poesía hierve en sus venas. Sabemos –como profesores- lo que esperamos de nuestros alumnos: que adquieran una visión inédita de la realidad, que sean capaces de verbalizar sus sueños, que se aventuren a lanzar un “poderoso graznido” inconformista. Pues bien, si eso es lo que queremos, la poesía puede sernos una herramienta eficaz, puesto que ella sabe estirarle de las orejas a la lengua, sabe cómo palpar la realidad y ensancharla; está hecha –como la lengua- para ser esparcida, para ir de boca en boca, para la fuga cotidiana. Como dice Jenaro Talens “un poema nunca derribará un muro, pero sí puede hacer que alguien asuma como necesaria la tarea de intentarlo con sus propias manos”. (Seguir leyendo)


Otros Blogs de Aghata donde encontrar apuntes de clase de lengua y literatura (para alumnos de secundaria y de bachillerato, interesantes reseñas de libros , textos para talleres literarios, sus poemas, etc.

http://elarlequindehielo.obolog.com/
http://porelsenderodelacreatividad.obolog.com/


1 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

Interesantísima reflexión y muy pertinente. Es una lástima constatar esos prejuicios contra la poesía. Cuando he ido a institutos a hacer actividades de acercamiento a la poesía siempre he obtenido una buena respuesta, aunque, claro, entre todo el alumnado siempre hay alguno de los de "fútbol y poco más". Lo malo es que se les suele oír más que al resto.

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