Ahora cuando todo calla reflexiono en lo rápido que pasa la vida. Son tantas las cosas por hacer, tantas lecturas por descubrir, tantos sueños por realizar que el tiempo se me escapa mientras juego a las cuatro esquinas intentando conjugar trabajo, familia o los libros que no termino de escribir. Pienso si merece la pena el extraño ajetreo donde se mezclan un curso, un taller, un libro por reseñar, un contrato o un artículo al que no encuentro el tono. Entonces suele ocurrir que desaparezco sin que se note, me aparto sin que se detecte o huyo de esta vorágine sin que me duela.
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