Reproduzco un poema de Laura Devetach dedicado a Ana Pelegrín
Hasta siempre, Ana
Las flores de Santa Lucía te buscan
Ana
con esas caras de niñas azules
y capotitas antiguas.
Está tu abanico magenta en la pared blanca.
Veo tu mano haciéndolo pestañear.
Te gusta regalar pantallas pequeñas
desplegables.
Al abrirlas florecen,
son tus manos al aire.
Me abaniqué con ellas alguna noche de tal calor
que sólo podía sentir
mi soledad en el mundo
y tu aire.
Tu aire, Ana
que hoy me dice hasta siempre.
Las flores de Santa Lucía te buscan
Ana
con esas caras de niñas azules
y capotitas antiguas.
Está tu abanico magenta en la pared blanca.
Veo tu mano haciéndolo pestañear.
Te gusta regalar pantallas pequeñas
desplegables.
Al abrirlas florecen,
son tus manos al aire.
Me abaniqué con ellas alguna noche de tal calor
que sólo podía sentir
mi soledad en el mundo
y tu aire.
Tu aire, Ana
que hoy me dice hasta siempre.
Laura Devetach
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