11 septiembre, 2008

Ha fallecido Ana Pelegrín


He recibido la noticia como un mazazo, he quedado mudo de tristeza. Ha fallecido esta madrugada en Madrid, Ana Pelegrín, Doctora en Filología Hispánica, investigadora, profesora, divulgadora y antóloga, a la que me unía una entrañable amistad. Lúcida investigadora, maestra, a la que admiraré siempre y que tanto ha hecho por la poesía, por su recuperación y su difusión. Humilde como sólo las personas sabias e íntegras saben serlo, tan próxima y tan humana, atenta siempre a los rumores y a la música de las palabras, a los juegos y a las canciones de los caminos. Ha sido y seguirá siendo todo un referente importantísimo en la investigación y en la recuperación de la tradición oral, un apoyo y un estímulo para todos los que amamos las palabras que ella nos entregaba en forma de versos, de nubes o de pájaros. Nos queda el consuelo que ya descansa en un nido de palabras aladas que la acarician y arropan del frío de la noche.
La revista "Educación y Biblioteca" en su número 160 correspondiente a julio/agosto de 2007 le rindió un merecido homenaje a nuestra querida Ana, recuperadora tenaz y estudiosa del patrimonio oral. Variados y ricos en contenidos fueron los artículos que conformaron el dossier que fue coordinado por Gustavo Puerta y en el que colaboraron Javier Carvajal, Mario Merlino, Pedro C. Cerrillo, Miguel Calatayud, Laura Devetach, etc.
Dicen, y es bien cierto, que un amigo nos trae de la mano a otro buen amigo. La amistad con Miguel Calatayud me lleva a Javier Carvajal, y Javier nos llevó a Ana Pelegrín. Sabía de Ana a través de sus libros, su antología "Poesía española para niños" fue el primer libro de poemas para mis alumnos, todavía lo conservo en la edición de Taurus. Cada libro suyo es un tesoro luminoso que nos acerca y nos descubre la riqueza de nuestra literatura. Libros imprescindibles de Ana, todos los que tiene publicados, entre otros:

La aventura de oír (reeditado por Anaya)
La flor de la maravilla (Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1996)
Repertorio de antiguos juegos infantiles (CSIC, 1998)
Repertorio tradicional infantil sefardí (Compañía Literaria, 2001), etc.

Descanse en paz.

9 comentarios:

Alibruji dijo...

Hoy la Primavera viaja entre lágrimas hacia el Sur...Una pérdida enorme para todos.

Carmen Fernández Etreros dijo...

Una triste noticia para todos y una gran pérdida para la literatura y la poesía infantil.

Volvoretas dijo...

No la conocí, pero me hubiera encantado. Para mi es una verdadera tragedia para todos los que amamos la literatura y en especial la poesía popular o de tradición oral popular.
Escribir no es lo mio, así que el único homenaje que puede hacer a esta gran mujer es buscar en la biblioteca sus libros publicados y releerlos, os recomiendo cualquier lectura de sus antologías poéticas para niños y jóvenes publicadas o la recopilación del Huerto del Limonar, un libro delicioso, aunque su aportación al conocimiento de la tradición popular y la poesía es mucho mayor.

En las bibliotecas, Ana Pelegrín no ha muerto, seguirá viva eternamente.

Os mando un enlace que contiene un vídeo muy breve con su imagen y sus palabras:

http://www.cervantesvirtual.com/portal/Platero/vervideo.formato?video=56&dir=Ana_pelegrin/&archivo=tradicion_&portal=0&ref=10136




Raquel


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Volvoreta Dinamización de Bibliotecas
tel. 626688740
volvoretas@gmail.com
http://volvoreta-dinamiza-bibliotecas.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Me uno al sentimiento de dolor y de orfandad que deja la partida de Ana Pelegrín. ¡Ha sido un referente tan importante en mi formación y en la de tantos amantes de los cuentos...! He leído y recomendado cientos de veces sus libros... Y lo seguiré haciendo, porque su obra sigue viva. Me encantó conocerla en persona y hablar con ella en alguna de las reuniones de la Asociación. La última, en la celebración del 25 aniversario.
Desde Murcia, un sentido abrazo para todos sus Amigos. Aurora

Anónimo dijo...

Ana Pelegrín, La Flor de la Maravilla.

Es tu herencia, querida Ana, te seguiré buscando: "Cuentan las viejas consejas que existe una flor oculta que cura las heridas de los hombres y es larga y azarosa su búsqueda". Ahora tu palabra fascinante comienza a anular el tiempo. Tu voz, como un brillante, ilumina mis recuerdos. Teníamos que hablar aún de tantas cosas... en esta Sevilla que te debe lecturas prodigiosas entre estudiantes de su Universidad, al lado del Gran Río. No llegamos a tiempo para que las Rosas de Juan Ramón Jiménez, esa Antología en hitos de piedra que soñamos juntas,(y se ha quedado con las alas rotas en el Parque Alamillo) fuera inaugurada por tu dulce cantar en prosa y en verso.
Pero yo te mando palabras como globos, palabras como mariposas, palabras cometa, barriletes, y cariocas de agradecimiento en colores, te las mando al cielo de nubes rosas, violetas, gualdas.. y a esta pantalla vibrante donde tanto se te ama también. Para todos, el consuelo, si es que lo hay, de tu memoria regalada a fuerza de sapiencia (sabrosa ciencia), trabajo, pasión y alegría sin límites. Gracias y aquí seguimos buscando tu "llolay, liri bleu, flor de agua, flor de mayo..." Lola

María García Esperón dijo...

Descanse en paz, Ana, felizmente realizada en la belleza.

Anónimo dijo...

Mi profesión y lugar de trabajo me permitió conocer a Ana Pelegrín en un momento delicado de su vida. Apenas hablamos durante una hora, sobre todo de poesía, pero dejó una gran huella en mí con su presencia y su palabra. Fui a verla, porque deseaba leerte algunos de los poemas del Huerto del Limonar,su última antología,
que tan generosamente me había regalado. Mi sorpresa fue descubrir que había fallecido el día 11 por la mañana. No pude despedirme de ella y sentí la necesidad de escribir un sencillo poema en recuerdo de tan maravillosa persona, en recuerdo de Ana Pelegrín.

Te añoro y te lloro
en tu lecho caliente,
tu cuerpo ausente.

Siento no haberme despedido.

Deseaba cogerte de la mano,
que sintieras mi calor,
decirte que admiro tu trabajo,
que admiro tu pasión
por la literatura,
por la poesía,
por la vida.

Deseaba leerte
algunos poemas,
rescatar la luz
de tu conciencia,
sentir el fluir de las palabras
con la esperanza
de reconfortarte en un dulce sueño.

Me regalaste una gran oportunidad,
conocerte a tí y tu última antología,
dentro una nota tuya.

Yo no te regalé nada.

Te dije lo que necesitabas oír,
que volverías a ser tú,
que volverías a escribir,
a retomar tu vida pasada,
tu vida robada.

Fuiste valiente en tu viaje,
querías navegar en alta mar,
conocer un nuevo mundo
y regresar
y crear ilusiones
y perfilar sueños,
antiguos o nuevos.

Tu presencia,
tu voz,
tus palabras
un regalo para mis oídos.

Tu energía,
tu espíritu inquieto,
¡qué maravilla!

Tu memoria,
tu agilidad
para el verbo y la palabra,
tu voluntad sesgada.

Mi querida Ana,
cómo brilla tu trabajo,
fruto de tu alma encendida
por las pasiones vividas
de todos los poetas
que reviven en tus antologías.

Siento no haberme despedido de tí,
regalarte un pedacito de mí,
que te acompañe en tu largo viaje,
que te recuerde
que formas parte de mí.

Anónimo dijo...

He han dicho, Ana, que has muerto, Y debe ser verdad. Por que estuve en tu despedida y supe del dolor de tu ausencia.
Y sin embargo, te veo en los libros que me recomendaste, en los romances que memoricé contigo, en ls pasión por enseñar que aún descubro con mis alumnos, en estas tardes de septiembre en las que siempre hay un poema cerca.
Todo lo que sé a ti te lo debo. Gracias por el tiemnpo, por la vida, por tu generosidad extrema. Gracias, Ana. JESUS ANGEL REMACHA

Unknown dijo...

Tuve el honor de ser alumno suyo en el INEF de Madrid hace 7 años. Su asignatura Expresión Corporal fue maravillosa gracias a los dotes de Ana. Me uno al profundo dolor porque creo que con su muerte hemos perdido más que un ser humano.

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