En Úbeda, este año, ya no se cuenta

He recibido de Web LitOral la siguiente información y comunicado con el ruego que le demos la mayor difusión posible:

Ante la suspensión de la XI edición del Festival de Cuentos de Úbeda (Jaén), WebLitOral os invita a participar en la manifestación que se llevará a cabo esta tarde o a enviar mensajes de apoyo a la asociación Malión (asociacionmalion@yahoo.es) y medios de comunicación y de protesta a los políticos locales. Nosotros, que hemos sufrido situaciones similares en localidades como Algeciras y San Roque, sabemos que el apoyo de la gente es mucho más importante que el desprecio de los poderosos. No dejemos que apaguen la luz de los cuentos.

Comunicado de apoyo emitido por WebLitOral

Mientras en otras partes del mundo no dejan de nacer eventos en torno a la narración de cuentos como respuesta a una creciente necesidad humana por comunicarse, en Úbeda acaba de desaparecer el festival más querido e importante de Andalucía, “En Úbeda se cuenta”.

Durante diez años, miles de personas (algunas llegadas del extranjero) hemos podido conocer, disfrutar, soñar y compartir todo aquello que las palabras son capaces de transmitir en forma de historias.

Sin fuegos de artificio ni intereses mediáticos, un grupo de soñadores, reunidos bajo el sugerente nombre de Malión, han caminado juntos y resistido nada menos que diez años, alimentados por el calor del público y por la magia de los cuentos. Pero, ahora, gigantes poderosos que parecen salidos de ancestrales relatos se han salido con la suya y han vencido a todo un pueblo.

Si estos ogros de la gestión hubieran estado presentes mientras cientos de personas se estremecían ante expresiones sabiamente combinadas y lanzadas generosamente al aire, no sólo apoyarían el evento sino que aprenderían formas de estar más cerca de los vecinos que un día los votaron.

Está claro: en tiempos de crisis, las palabras se ahogan en océanos de números y la cultura que se ha ido construyendo a lo largo de los siglos se hunde inexorablemente. Porque no sólo se trata de que ha muerto un festival, es que de nuevo, en algún lugar de Andalucía, agoniza la cultura.