Cartel que anuncia las bases Una de las posibilidades, en España, de publicar un libro de poesía para niños es a través de los concursos que llevan implícitos la edición del libro. Uno de ellos, el premio Luna de aire organizado por el CEPLI (Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil) de la Universidad de Castilla-La Mancha, otorga desde 2003 un premio al mejor libro de poemas destinado al público infantil. La iniciativa, pionera en España a la que se sumó recientemente el Premio El Príncipe Preguntón en Granada, tiene mucho mérito y dice del interés del CEPLI por la poesía para los más pequeños, estableciendo vías de publicación a todas luces necesarias y urgentes. Los libros que han resultado merecedores del galardón han sido:
2003- Versos para estar guapo de Isabel Cobo
2004- La vieja Iguazú de Gonzalo García "Darabuc"
2005- Zumo de lluvia de Teresa Broseta
2006- Rima rimando de Carlos Lapeña
De ellos tengo conocimiento de La vieja Iguazú de Darabuc y de Rima rimando de Carlos Lapeña, los dos me parecen excelentes.
No obstante sin que empañe en absoluto mi opininión positiva sobre esta experiencia admirable quisiera señalar el peligro de la iniciativa pública que tradicionalmente tiene, en España, si de edición de libros hablamos: la distribución. Estos libros no se suelen ver ni tan siquiera en librerías especializadas de literatura infantil ni en las grandes conocidas por todos y es una pena porque la colección tiene calidad y sus libros merecen mejor suerte. Los pedidos a través de internet funcionan bien, pero me reitero: por razones obvias echo en falta la presencia física de los libros en las librerías. Para finalizar una recomendación fácil para quienes estén al cuidado de la edición de la colección: costaría muy poco colocar en el lomo el título y los nombres de los autores.
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